Oh mente
entorpecida
quebradiza de años luz
no os entristezcáis
por la hechumbre de silencio
o la montaña de ruido
no acometáis la tortura
de la nulidad
no sintáis los alfileres discursivos.
Os pido, oh mente
entorpecida ya de papeles
no cabalguéis en los mares gramatológicos
ni seáis cómplice
de la futilidad versificada.
Os pido, mente, oh mente
entorpecida
que sucumbáis a la falacia
que arrojéis vuestro eructo
a la tautología
simple y axiomática.
Dejad cerrada la cortina subjuntiva
como arrecife de alfabetos
pigmentados por el soporte
documentalmente áureo.
Inclinidad vuestra frente
al sueño gris de ignorancias robustas,
derretid el hielo de la inteligente fragua
constipad vuestros linderos,
surcad los lindes de la memoria
pero por favor, oh mente entorpecida
no dejéis que los símbolos
os acuchillen con su luz fascinada.
Os nombro tropel demiúrgico
demagogia intrusa
os conmino a la miseria
de todo filosofía pasada.
Categorías:Blogging poético, Rómulo Pardo Urías escribe