Primero caí
al fondo del abismo
¿dónde las costas del silencio
murmuran su eco sin fatiga?
Esparcida la nostalgia
senda ante los mares del cansancio
primero soltarme de las amarras
realidad y figura, genuflexión del alma.
Después el tacto del desamor
las costras de todas las inocencias
extraviadas en el tiento y los días,
cansados, pesada lontananza
como fragilidad rota, hermosura
inmediata hacia el sopor del desprendimiento.
Tercero o cuarto paso omisión total del caos
sin el nombre propio y con los acertijos
invernales, como mariposa en el hemisferio sur,
bajo los efectos precisos de la incertidumbre.
Certezas los arrecifes oscuros del desconsuelo.
Maquinaciones en todo lo alto, celeste cúspide,
armonía trunca, reclamo y acto longitudinal,
todo encerrado, frasco mi cuerpo, mi alma tapón,
cortada de los torbellinos de la realidad.
Augusta la impronta calma de cocodrilo
quinto o sexto evento nuevamente caer
al abismo de los sueños que terminan.
Categorías:Rómulo Pardo Urías escribe