No busqué a Dios
busqué a sus hijos
y encontré miseria
encontré corrupción
encontré excusas
pretextos de papel y tinta.
No busqué tampoco en las letras
sino en las ideas y los pensamientos.
Dios no estuvo aquí
cuando los imbéciles decían su nombre,
cuando lo usaban de excusado,
cuando fingían la bondad
y por detrás quemaban niños y mujeres.
No, a Dios no busqué porque lo hubiera encontrado.
Busqué en sus hijos. De ahí nacieron mis infiernos.
Categorías:Rómulo Pardo Urías escribe