Padeces los nombres,
las formas, las letras,
estructuralmente,
porque significas
un rotundo fracaso rítmico.
Y te encuentro como un manantial
donde comulgan la insensatez y la armonía.
Contra tu pecho el verbo
es una pócima de milagros prostituidos
y en el callejón del tiempo, cautivo,
escondo tu faz sobre la faz de mi mirada.
Categorías:Rómulo Pardo Urías escribe