Sospecha los ayeres
pero camina, mantén
encendida la cama,
los días que escriben
compases de vals, invoca
aromas y baladas, prosigue
entretejiendo colores. Eres
una conquista cósmica,
universo y aditivo al sendero
del amor. Nunca es demasiado pronto
ni tarde para distinguir el silencio.
Devana tus pensamientos
fabrica tu ritmo, indulta tu tiempo,
para las ramas del sentido encender
con el fósforo de pieles recorridas.
Deambular las mareas de amistades
como océano de memorias es calibrar
entonces el signo mismo de tu presente.
Averigua acaso si las golondrinas murieron
pero no desistas de sonrisas o claveles.
Encima del día a día se levantan las cúpulas
de la sorpresa y en la muchedumbre del trote,
que es trotar los años cuando el corazón es roto,
zambulle los fragmentos de tu alma en el devenir
inmenso de la conflagración luminosa: el cosmos
mismo contratando el instante de tu plenitud.
Categorías:Rómulo Pardo Urías escribe