Así
una canción
esparce
aroma
de sexo.
Pero
dejamos
en el banco
los días,
las manos,
el cincel
del amar.
La rendija
somos
cuando
evadimos.
¿Acaso evasión
conquistas
recelosa
el beso?
Extraños,
amantes
siempre
en pleno vuelo.
Amasijo de caricias.
Categorías:Rómulo Pardo Urías escribe