Nos acalla un hábito

que torpeza es, silencios,

nutrientes al aliento, voz,

que de la hinchazón espiritual

indaga los límites.

Insufla el tono,

soplo, instante, visión

imantada al calce

de los labios. Terquedad

este rumor, como globo

por los cielos, circundante.