Transigir en el temporal masivo
construye formas ventrílocuas
en el soñar las aristas polvosas
de coordenadas históricas y soles.
Es una revelación la rebelión astral
que invita, plácida y tenue, al ritmo
insulso de días turbios y años recordados.
Perdíamos con la fulgente insignia
de instituciones caducas el aroma
mismo, certeza y átomo, del dolor
pero ensangrentados en desprecio,
ajena visión ancestral, el arquetipo
nuestro indicaba que las revoluciones
no eran más que la efigie de nuestra estrella
protectora… y andamos con ese montículo
de cartillas de identidad y sabemos que somos
una generación más en este planetita colapsado.