Quedo destartalado
como camino llovido.
Es un talud de emociones
mi rostro, compaginación
estéril, visión estrecha
de los anteriores mitos.
Torcedura desierta
este verso no medido,
poética de lo insalubre
el rincón donde Borges
o T.S. Eliot no son abiertos.
Pérdidas, siempre, en el
mercado de las emociones.
Farandulera mi mano,
redactando pocilgas
dentro del cubo infinito
del atrofiamiento político.
Todo fuera como la percepción
de la célula, pero no es más
que la putrefacción del ego
lo que promulga la ausencia,
esta que sorbe las babas
del tiempo, entre extravío
y sueño quebrado de nostalgia.
Categorías:Rómulo Pardo Urías escribe