Prima el ruido
oscuro de matices
angustiados
esa grisura
tersa, amigable,
de decirnos amar
un ser ya roto y otro
desvencijamiento.
Mas en el acto
escapa a nosotros
un otro ser mitad
nuestra
y escabullimos en alfabetos
la intentona
absurda del registro.
Indemnes proclamamos
la extinción de las tardes
de películas y nos vemos
inmensos en el azar y sus rincones.
Categorías:Blogging poético, Rómulo Pardo Urías escribe