Vendrá como deslumbrar de horizonte
el aguijón alfabético: un nosotros sin signo
—punto. Mitades de costras nuestros corazones
rotos—;
torrente una dialéctica fluída, nos escondidos,
nos abiertos, todo esculpe la página siniestra.
Astrolabio el posicionamiento de los acantilados
esos axiomas derruidos idiomáticamente,
pero vivos en la maleta y la estepa. Los inviernos. Llegamos.
Así en la construcción esparce el lógico
su destierro, una columna de presos y oraciones
que del oráculo nacen
nosotros
fuimos silencio y cae nuestro rugir
todas las veces en el cielo.
Nacimos sí, una vez, entonces… sí
nacimos, somos. Crecerá el invierno
en nuestros corazones
precipicio de luces y tinieblas.
Nosotros pirotecnia, brasa y explosión.
Categorías:Blogging poético, Rómulo Pardo Urías escribe