La cadera de mi pensamiento
responde falaz
al imantado insulto
que soy cuando te pienso.
Acordes en el instrumento
memorístico los devaneos
insanos hacia hospicios imaginarios.
Suplemento entre caricias
si es tu voz mejor el tiempo
lo que cubra indemne
la lozana cúspide nombrada
fuga al tropel de los sueños flácidos.
La longitud incrusta en mí
cada trozo manchado descompuesto
como fulgor marchito
siempre atrás, siempre en tu perfume.
Longevidad de un símbolo quebrado
la constricción del volitivo acto
como del abierto tumbo
la vida reseñada en un espejo.
Los fabricados minutos
conquistaron mí centro
pero en el abismo de las lindes
caricias quebradas escriben su desembocadura
contra al manantial de tu aliento.

Photo by Engin Akyurt on Pexels.com