Laberinto

Fundir contra mitologías
los tiempos estos
lóbrega sonrisa
de marometa quieta
alcance gris, turbia rutina,
encontrar así
dientes agrios de mutismo.

Andamios engarzados en el dintel
quebradizo como de silencio
abierto caudal cobrizo
envuelto demacrada silueta
tu clavel hecho trizas
misteriosas como viento
axioma de caricias, mugido
envuelto en la cruz de las estrellas.

Cauce derruido detrás de maquinarias
que del alma imponen
cuantiosas picardías
entre lontananzas cría de aves
baladíes detrás comparsas
hechas de saliva tumefacta
en las escaleras al pensamiento.

Adiós tarde prorrompida en lechos
enquistados como arrecifes
en la costa cristalina de todas las eternidades
porque al final del galope,
constipación ideológica de mitades
entrecruzadas con maullidos alfabéticos,
nos quedarán las cicatrices
de significaciones arbitrarias
en tonos insípidos de do y fa menor sostenido.