Eternizar
la mirada
de todo
lo que amamos
es vivir
Rosina Valcárcel
No hieren los golpes
ni las heridas duelen
lacera el respiro
cuando no llega.
¿Cómo leer un corazón
desperdigado entre grafías?
Nos perdimos en su eco,
en su latir nos perdimos:
¡el amor no es asunto de academias!
sino de geometrías imbricadas.
¿Dónde experimentar
la cura de esta nostalgia?
Buscar es creer que se busca.
La muerte se evita sin nacer
y sin disparos de vida se enferma
como la guerra de paz.
Un aborto se evita sin semen
y la euforia o la esquizofrenia
sin ser humano se evitan.
Igual que las injusticias
sin utopías se curan
mi boca sin tu aliento
enferma de ti, se alivia.
No busquemos mis palabras.
No duele olvidarte
ni recordarte duele.
Duele ese alivio que no llega.
Despierto en la cama:
el sol de la primavera
contagia de vida mi calma.
No duele perderte y amarte
ni el tacto de tu abandono duele.
Lastima ese efecto
llamado carencia.
¿Qué hará este espacio
huérfano de ti?
Perdido en su eco,
grafía amorosa,
me lleno de guerra,
me enfermo de paz.
