Desde el 13 de abril de 2002 me esclavicé. La paranoia de la conversión real de mi pesadilla, la realización de mis sueños y deseos, se materializó en delirios de persecución y alusión a lo que hice esa noche y esa mañana del 14 de abril. Aquí una secuencia musical de ese sentirme aludido después de mi desquiciada y frenética exposición. Este pop mexicano que me hacía creer buscado por una mujer.