La hoja en blanco
proclive al dibujo
se llenó de voces
cuando cumplió
su camino al grafito.
Punto ciego que dio
luz y vida a las letras
hoy recordar las lindes
de los espacios y los tiempos
para dotar de inmensidades
las costas rancias del amar.
Perfil indómito el lápiz
de recuerdo pleno
en la cúspide absorta
que es nombrar sitios
—si de memoria tranza
de movimiento signo—,
que de la boca ciñe
la torpeza de los hechos
traducidos en vocablos.
Absolutismo del verbo,
primera potencia divinia,
que construye el bálsamo
de los instantes cuando evocan
mecanismos absueltos
del perdonar y del olvidar.
Raquítica escultura
este trazo de palabras
en la hoja en blanco que vuelo
al ojo de otros para ser
inspiración o diálogo.
